En el corredor de la muerte

Según el último informe anual de Amnistía Internacional, cada vez son menos los países que aplican la pena de muerte (en 2010 fueron ejecutadas 552 personas en 23 países). Sin embargo, las ejecuciones en el corredor de la muerte de Texas no dejan de ser habituales. El 35% de las que tienen lugar en EEUU se producen en este Estado, donde desde 1924 se han ejecutado ya a casi 1.000 hombres. Ningún otro estado llega a acercarse a ese número. Un número significativo que a todos debería preocuparnos.

Hasta Huntsville, conocida también como la ciudad de las cárceles y donde se encuentra la prisión más antigua de Texas (construida en 1952 por los propios reclusos), se desplazaron en el 2009 las cámaras de National Geographic para rodar En el corredor de la muerte. Un documental basado en los últimos días de vida de tres condenados a muerte, de tres hombres que saben la fecha y hora exactas de su muerte.

Willie Earl Pondexter: le quedan cuatro semanas para intentar librarse de la condena a muerte que le cayó por matar a una anciana heredera de una gran fortuna. “No me veo muriendo por algo que hizo otra persona”, declara en el documental. Cree en la pena de muerte, pero confiesa ser inocente.

Johnny Ray Johnson: tras doce años en el corredor de la muerte, se le han agotado todos los recursos legales. Le quedan 29 días. Golpeó a una mujer hasta matarla y la violó en dos ocasiones. “No saben que no era yo”, alega como defensa.

David Martínez: a tan solo tres semanas para su ejecución dice estar preparado: “Esto no es vida, esto es sobrevivir”. Mató a golpes a su novia y a uno de los hijos de esta. Entiende que la familia de estos quiera venganza.

A través de diversas entrevistas realizadas, los tres condenados a muerte explican sus miedos y muestran sus sentimientos. Pero no serán ellos los únicos que aparezcan en este documental. Familiares de las víctimas que quieren ver como mueren y lamentan que no sientan dolor en su muerte; abogados que dejarían a sus hijos con algunos de los condenados; manifestantes que consideran esto una matanza. Todos ellos juegan de alguna manera un papel muy importante en este reportaje, ya que con todos ellos se vuelve a abrir el debate sobre la pena capital. ¿Es justo que una persona muera por algo de lo que está arrepentido?

Lo positivo de este documental es que se ven reflejadas ambas posturas, tanto la de aquellos que se posicionan a favor de la pena de muerte, como aquellos que están en su contra. No pretende pues ofrecer una crítica cerrada a la pena capital, sino todo lo contrario. Y lo mismo sucede con la controversia en relación al método empleado para matar a los reos. En 1982 se cambió la silla eléctrica por la inyección letal. ¿Es un método humano? Distintas opiniones al respecto se pueden apreciar en El corredor de la muerte:

“Te dan anestésico para un hombre de 80 kilos, yo peso 140. Esa cosa me va a quitar mi capacidad de gritar, pero voy a sentir todo el dolor”, Johnny Ray Johnson.

“Es imposible que sienta el dolor, no se van a despertar”, director de la prisión de Huntsville.

“Esta es una forma humanitaria. Deberían sufrir, debería volver la silla o que les mataran como ellos les habían matado”, vecino de la localidad.

La cuestión es que aunque el método sea diferente, el final es el mismo. Un final justo para algunos e injusto para otros. Es trágico para los dos puntos de la balanza, pero ¿cómo equilibrarla? No es justo que por venganza o por castigo se le quite la vida a un ser humano. Pero, ¿acaso lo es que seres humanos mueran de forma violenta y sufriendo porque así lo han querido otros?

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Título: En el corredor de la muerte (Inside: Death Row)

Director: National Geographic

Duración: 47 min.

Nacionalidad: USA, 2009

Disponible en: You Tube

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