miércoles, 6 de abril de 2011

Cuando la igualdad se disfraza de mentira


Un documental que no hace más que evidenciar lo que ya muchos sabemos. Fue la Declaración de Derechos del Hombre y del Ciudadano la primera que en Europa se aventuró a reconocer “la emancipación femenina en el sentido de la igualdad de derechos, o la equiparación jurídica y legal de las mujeres en relación a los hombres”. Poco antes ya incluía una minuciosa referencia a esta supuesta igualdad, la Constitución norteamericana de 1787; no obstante, la realidad parece ser otra que la recogida en estos textos.

“Cuestión de pelotas” parece haber salido a escena como último recurso para lanzar un toque de atención a todos aquellos que viven encasillados en una realidad que no se corresponde con el actual siglo XXI. Una realidad en la que decimos viven encasillados aquéllos que siguen poniendo trabas al libre ejercicio de actividades tales como, el caso que aquí nos concierne, el deporte que reina en nuestra sociedad, el fútbol. Pero no nos engañemos, el caso del fútbol no es más que uno de los innumerables ejemplos que aquí podemos citar; no queremos entrar en “camisa de once varas”, ni ponernos a debatir aquí el por qué el hecho de ser hombre o mujer hace variar sustancialmente los sueldos mensuales hacia uno o el otro lado; nos remitimos pues a lo que aquí nos atañe, el binomio fútbol-mujer.

Retomando el tema del fútbol, es bien sabido que el hecho de consagrarse como deportista de élite, es un seguro de vida. Pero bajando un poco el listón y aferrándonos a la liga española, podemos incluir categorías inferiores tales como segunda o tercera división. Ambas permiten a sus clubes y a los jugadores que en ellos defienden su camiseta ganarse un sueldo que, aunque ni por asomo pueda asimilarse a las estratosféricas cantidades de dinero que obtienen ciertos jugadores de primera división, les permite vivir holgadamente sin tener que rendir cuentas a nadie.

Cosa distinta pasa cuando al término fútbol le añadimos el calificativo de mujer; parecen ser dos sustantivos opuestos, que se repelen sin que nadie medie en busca de encontrar esa armonía que les permita convivir; en el mejor de los casos, con normalidad.

En España, decenas de miles de mujeres practican este deporte; de las cuales ninguna es, según la Real Federación Española de Fútbol, merecedora de la licencia profesional que las consagre como deportistas, valga la redundancia, profesionales. Y esto es así porque, una vez más, la desigualdad de género se manifiesta en la palestra de la mano de ciertos personajes que parecen salidos de otra época.

“Las mujeres siempre pueden ser médicos, abogados, no todo se acaba en el fútbol” u otras declaraciones del estilo, “las mujeres deben tomarse el fútbol más que como una profesión como un hobbie”, son las recogidas por este documental que no hacen más que demostrar los restos de una sociedad machista que aún parece no haber pasado página.

======================================================

0 comentarios:

Publicar un comentario

 
Design by Free WordPress Themes | Bloggerized by Lasantha - Premium Blogger Themes | JCPenney Coupons